viernes, 30 de octubre de 2009

Le abandonamos.

Está claro que todos le abandonamos. Pasó a ser el malo de la película sin apenas poder consultarlo con el director del largometraje. Algún ser tenía prisa por estrenarla y que todo el mundo pudiera ver esa ficción convertida en realidad. Cuando la película se proyectó ya era demasiado tarde para poder cambiar su papel, se quedó con esa etiqueta para siempre. Ni siquiera corroboramos si esa etiqueta era cierta o no, simplemente nos dejamos fluir por la masa. Le abandonamos porque la película era de lo más creíble, le abandonamos simplemente porque no sabía llorar.

¿Por qué tiene que haber siempre un malo en la película? ¿ Porqué tiene que haber siempre una transposición de personalidad? Pues simplemente porque la audiencia lo pide.

4 comentarios:

  1. ... ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazon
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    TE SIGO TU BLOG




    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesia ...


    AFECTUOSAMENTE
    FORTUITO SIN SENTIDO




    jose
    ramon...

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  2. Odiamos los tópicos tanto como nos encantan. Estoy de acuerdo, en la vida no hay ni malos ni buenos, solo personas. un saludo! :)

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  3. La audiencia también se suele equivocar. Porque la audiencia está compuesta por personas que tienen mal gusto.

    ¿Puedo seguir tu blog?
    saludos desde el sur.

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